miércoles, 14 de mayo de 2008

Gustavo Sainz

Gustavo Sainz

Nacido en 1940, formó parte de la llamada generación de “la Onda” (con José Agustín, René Avilés Fabila y Parménides García Saldaña, entre otros), bautizada así por la crítica Margo Glantz.

Nacido en la ciudad de México, de 1970 a 1976 laboró en la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde cofundó la colección Sep Setentas. Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 1972 a 1977, desempeñó el cargo de jefe del Departamento de Ciencias de la Comunicación de 1975 a 1977. Ejerció también como director literario de la editorial Grijalbo de 1975 a 1981, director de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de 1977 a 1981, y a partir de entonces ha sido catedrático de varias universidades de Estados Unidos. Su actividad como editor, antólogo y promotor cultural ha sido muy importante para los escritores de su generación y las inmediatamente posteriores.

Su obra se caracteriza por la experimentación y la incorporación de técnicas narrativas novedosas, provenientes sobre todo de Europa y Estados Unidos. Su primer libro, Gazapo (1965, escrito a partir de los diarios, cartas, conversaciones telefónicas y grabaciones de los personajes), es un retrato fiel de los jóvenes de clase media de la época. En Obsesivos días circulares (1969) adopta un estilo afín a la “nueva novela”, y en sus libros posteriores no ha dejado de buscar caminos y procedimientos narrativos innovadores. Adscrito a la literatura de la Onda, sus obras transmiten las vivencias culturales de los jóvenes de la generación de los sesenta: culto a las drogas psicodélicas, devoción por las grandes figuras del rock, crítica al sistema. Utiliza un lenguaje lleno de nuevos vocablos propios de las bandas urbanas mexicanas.

En 1966 publicó su autobiografía, Gustavo Sainz. Otras novelas destacadas son: La princesa del Palacio de Hierro (1974), Compadre lobo (1977), Fantasmas aztecas (un pretexto) (1982), Paseo en trapecio (1985), Muchacho en llamas (1987), A la salud de la serpiente (1991), Retablo de inmoderaciones y heresiarcas (1992), La muchacha que tenía la culpa de todo (1995), Salto de tigre blanco (1996) y Quiero escribir pero me sale espuma (1997). También es autor de varias antologías, como Jaula de palabras (1980) y Corazón de palabras (1981).


En este libro un joven profesor de literatura francesa quiere escribir lo que considera su maravillosa historia de amor, y en la medida que comienza, un tutor literario, o quizás una voz interior, lo corrige incesantemente, le hace perder la totalidad, el recogimiento, su entusiasmo, su confianza original, su inocencia. Y entre pérdidas está su propia integridad. Esta voz erudita y despiadada lo lleva a la reflexión e introspección y hacen madurar su conciencia de ser aislado del probable abandono. Un aislamiento hasta la escisión y la soledad desesperada. El joven profesor ha sido expulsado de su gineceo y ha ido a dar en lo extraño. Su escritura entonces toma un carácter ritual mágico de defensa. Las palabras hacen su aparición para cuidar de un interior que gime. El joven profesor parece asistir a un taller a donde lee cada día las nuevas páginas y merece elogios y reproches del asesor despiadado. La ciudad como una mujer. Seducción, embeleso, ataque, querer se acogido. Ojos Nuevos, hechizo, abandono, rechazo. Quizás responder por escrito. Furia creadora: para ser oído. ¿O leído?


Visita:
http://www.gustavosainz.blogspot.com/


No hay comentarios: